La vista: El sentido que me permite deleitarme mirando tu cuerpo en tensión sobre mi, el que me permite ver la lujuria en tus ojos, tu polla incandescente, exhuberante...el que me permite admirar como te acaricias para mí, el que me deja distinguir tu piel erizada si le susurro un "más", el sentido que me permite espiarte cuando te duchas después, desde la cama...
El tacto: El sentido que permite a tus dedos alimentarse de caricias, de saliva, de todos mis jugos...tus manos manchadas de ternura. El que me sirve para palpar tus ansias, a ti mi culo, para magrearlo...el sentido que me hace saber que no solo follándote te hago sentir...
El oído: El sentido que más me excita quizá...tus susurros, tus gemidos, tus jadeos, tus "puta" en mi oído, tu forma de suplicar, escuchar todo lo que vas a hacerme esta noche, todo lo que me harás al despertar, percibir el sonido de las sábanas arrugadas, de las gotas de sudor corriendo por mi espalda...sonidos imperceptibles para almas asexuadas...
El gusto: Poder relamerme los dedos que fueron hundidos en mí primero, en tu boca después...el sabor de tu piel, paladear el gusto de tu polla, de tus labios con sabor a mi, ese néctar caliente que todo lo inunda...
El olfato: El sentido del antes y del después...el olor a hombre, a aftershave, a humo, a alcohol, a ganas...a deseo salvaje, a tiempo detenido, a noche infinita, a sudor, a sexo, a tu sexo...el olor a desayuno, a tu aliento, a nuevas ganas, a jabón de ducha, a corrida en la cara, a azulejo frío, a más...
El sexto sentido es el que me enseña que, detrás de las manos, la boca, la polla, las ganas y el sexo salvaje no solo hay un cuerpo, que no solo es sexo, que contigo es
AMOR.
Es necesario estimular siempre todos los sentidos...
¿Lo he conseguido?