martes, 18 de septiembre de 2012

Te echo jodidamente de menos



Echar de menos...

Tres simples palabras que, por si solas, no dicen nada, pero juntas...juntas son capaces de hacer temblar el mundo,
 mi mundo.

Enumerar las cosas que echo de menos de ti, como el que hace la lista de la compra.
(Descalza, en la terraza, con el sol subiendo por mis piernas, un zumo de maracuyá, un gofre con nata, una camiseta demasiado grande, y mordisqueando la tapa de un boli).
     - Condones de sabores
     - Lubricante
     - Velas
(¡Qué pasa! ¿No esperaríais una lista al uso? Aunque, ahora que lo pienso, quizá debería acercarme también a la nevera
y ver que es lo que me falta...)
     -Chocolate
     -Helado
     -Nutella
(Buff...quizá la falta no sea de comida, guapa)
(¿Quieres dejarme hacer mi lista, bonita?)
(Toda tuya. No, esta frase no es para ti, creído)
Y a mi piel, ¿qué es lo que le falta?¿Qué es lo que se le ha acabado
desde que te fuiste?
     -Ilusión
     -Sonrisas
     -Ganas
Ahora viene lo complicado, ¿dónde compras algo que no se vende?¿Dónde encontrarlo?
(Quizá con apuntarlo en esta lista ya sirva, como el que pide un deseo y sopla las velas. Quizá con ponerle nombre a lo que echas de menos ya vuelva, tú prueba.)

Echo de menos tu sonrisa. Esa capaz de iluminar la vida de alguien y calentar el corazón más frío. Esa que me regalabas cuando menos lo esperaba, esa que me dejaba un segundo sin aliento, esa que es solo tuya porque yo la hice mía.

Echo de menos tu alegría. La que me arrancaba de la cama de un salto, y me llevaba a la ducha cantando a pleno pulmón alguna canción en la que te había encontrado el día antes. La que me hacía chocarme adrede, en el autobús, con el chico más guapo que hubiese en ese instante (y olerle...). La que me hacía girar la cabeza y sonreír descarada, a ese tipo trajeado que acababa de pasar.

Echo de menos tu ilusión. La única capaz de hacerme ver que, aunque fuese todo mal, el mundo era un lugar increíble. La única capaz de provocarme esos elefantes en el estómago, la que inundaba mis ojos de emoción unas doscientas veces al día.

Echo de menos tu fuerza. La que tantas veces me demostró que podía con todo y todos, la que me proporcionaba ese par de cojones bien puestos tan propio de mí, tan impropio de una señorita. La que me daba la capacidad de morder al mundo y dejar huella. La que me sujetaba cuando mis manos no podían con los míos, y los levantaba.

Echo de menos tu capacidad de amar. La que me hacía ver en mí a alguien especial y única. La que se entregaba sin miedos y sin reservas. La que dejaba la coraza en la silla por las noches y se pensaba, muy mucho, si ponérsela por las mañanas.

Echo de menos tu sinceridad. La que me situaba frente al espejo y me hacía mirar más allá y pronunciar en voz alta un "mereces mucho más". Esa que me hacía valorar y separar lo importante de lo innecesario. Esa capaz de hacer que me mirase con los buenos ojos de los demás. Esa que te daba una hostia a mano abierta cuando veía tus ojeras y los ojos enrojecidos.

Echo de menos tu pasión. La que le daba a este blog ese toque de erotismo y lujuria, la que evitaba que se convirtiera en "Diario de una adolescente". Tus dedos hundiéndose en mi carne, empapada, ardiente...tus gemidos, tus pezones duros, el vello de tu piel erizado, tus escalofríos...y ese dejarte ir en mi mano, llenándomela entera de ti, para después llevármela a la boca y encontrarte en el sabor salado de mis dedos.

Echo de menos tu inocencia. Esa parte de niña, esa que me hacía saltar sobre los charcos en vez de crearlos...

Siempre nos faltarán personas al lado, siempre echaremos de menos algo o a alguien o un momento de nuestras vidas pero, lo más jodido que puede pasarte, es echarte de menos a ti misma, y yo...yo te echo jodidamente de menos, hija de puta.

A ti...a ti que estás leyendo ésto mientras lo escribes. A ti que has sido todo eso y más. A ti Susana. Te echo de menos. Vuelve.
Ya.



*Perdón por mis ausencias. Poco a poco, prometo contestar todo aquello que aun no he podido. Gracias por los comentarios, por los mails, por las fotos, por las palabras bonitas, pero sobretodo,
gracias por estar ahí,
a todos.